La Universidad Finis Terrae impulsa el proyecto Colores ancestrales de Chiloé, una iniciativa seleccionada por el Fondo de Creación Artística Interdisciplinaria que combina arte, ciencia y prácticas comunitarias para explorar los vínculos entre alimentación, patrimonio y creatividad en la Isla Grande de Chiloé.
La iniciativa es liderada por la Dra. María Salomé Mariotti, directora del Centro de Investigación Avanzada en Nutrición y Salud (CIANS), junto a la Dra. Carla Motto Tejada, académica de la Facultad de Artes de la Universidad. El proyecto fue incluido entre los seis seleccionados por este fondo de fomento a la creación que impulsa propuestas con enfoques transdisciplinarios y que articulan conocimiento académico con prácticas culturales y artísticas.
Colores ancestrales de Chiloé parte de una idea simple y poderosa: utilizar alimentos autóctonos como materia prima tanto para la producción de pigmentos naturales como para la generación de experiencias artísticas. En este caso, la papa chilota, alimento cotidiano en las comunidades isleñas, será la base para elaborar pigmentos naturales polifenólicos que luego se emplearán en obras visuales y procesos creativos.

Arte, ciencia y saberes locales en diálogo
El proyecto une disciplinas como la química, las artes visuales y la nutrición para investigar y aplicar técnicas ancestrales como la antotipia, una forma de fotografía alternativa que utiliza materiales fotosensibles de origen vegetal. Además, se explorará el teñido tradicional de lana mediante remojo en tinajas con materiales vegetales, integrando saberes locales y prácticas sostenibles de creación artística.
Según la Dra. Mariotti, la iniciativa incorpora métodos científicos innovadores para producir los pigmentos: “Emplearemos tecnologías sostenibles para la extracción de los pigmentos, como el uso asistido por ultrasonido. Contamos con un dispositivo portátil que llevaremos a la isla, lo que permitirá a los estudiantes observar el proceso científico”, comentó.
Entre las actividades planeadas, el proyecto contempla la edición de un libro de antotipia que mostrará las imágenes resultantes, resaltando no solo el espectro cromático obtenido, sino también el valor estético y nutricional de los alimentos utilizados. Asimismo, se desarrollará material educativo —infografías, cuentos interactivos y guías visuales— diseñado para explicar de forma accesible los procesos científicos y artísticos relacionados con la creación de colores naturales.

La importancia de estar en el lugar de los hechos
Una parte fundamental de Colores ancestrales de Chiloé será su despliegue en terreno: se organizarán actividades de divulgación en escuelas rurales, específicamente en la Escuela de El Estero de Paildad y en la Corporación Socio Cultural Comarca Contuy en Queilén, ubicadas en Chiloé. Durante estos encuentros, docentes, estudiantes y miembros de la comunidad podrán interactuar directamente con los resultados creativos y educativos del proyecto, participando en talleres de teñido y creación artística.
Esta propuesta no solo aporta a la reflexión sobre la intersección entre ciencia y arte, sino que también fortalece la labor comunitaria y formativa en contextos rurales, aportando a la valorización de prácticas culturales locales desde una mirada contemporánea y sostenible.







