El Mercurio Legal | Desafíos regulatorios de la Agencia Nacional de Datos, el análisis de la profesora Betty Martínez-Cárdenas

Tras participar en el Workshop SinergIA de la Vicerrectoría de Investigación, Creación Artística y Doctorado de la Universidad Finis Terrae y el Ministerio de Defensa, la académica de la Facultad de Derecho planteó que para “garantizar el uso democrático de la información por parte de la Agencia Nacional de Inteligencia con fines de defensa nacional, es imperativo formular legislativamente una buena excepción destinada a asegurar el equilibrio necesario entre seguridad y privacidad”.

Publicado el 22 de diciembre, 2025 · 2 min lectura

En el Workshop SinergIA de la Vicerrectoría de Investigación, Creación Artística y Doctorado de la Universidad Finis Terrae y el Ministerio de Defensa Nacional de Chile, la profesora Betty Martínez-Cárdenas planteó la necesidad de generar un equilibrio entre seguridad y privacidad, en el marco de la creación de la Agencia Nacional de Datos (ANPD).

La académica de la Facultad de Derecho advirtió que “la reciente Ley 21.719, que reemplazó a la Ley 19.628, si bien previó principios de legalidad, finalidad, proporcionalidad, seguridad y transparencia para proteger el derecho de la persona a tomar decisiones sobre el procesamiento de datos personales por entidades públicas y privadas, no menciona ni indica algún tipo de excepción ordinaria y general para el procesamiento de información para seguridad nacional, defensa o inteligencia”.

En su columna publicada en El Mercurio Legal, “Privacidad de los datos y rol de la Agencia Nacional de Datos frente a la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI): un diálogo imprescindible”, la profesora señaló que “sin una excepción bien regulada, ninguna de las dos instituciones tendrá ventajas”.

Ante esto, “la ANPD carecerá de las herramientas prácticas para obligar a la ANI a revelar qué datos personales recopila, cómo los utiliza, cómo los almacena o cuántos datos procesa; es decir, la ANPD no podrá fiscalizar una de las áreas que representa el mayor riesgo para los derechos fundamentales”, indicó.

Junto a lo anterior, “la ANI parecería ganar una ventaja, pero que es en esencia peligrosa: Chile podría estar implementando sistemas de vigilancia automatizados sin evaluación de impacto, sin transparencia y sin límites claros”, planteó la académica.

Finalmente, la profesora reiteró la necesidad imperativa de “formular legislativamente una buena excepción destinada a asegurar el equilibrio necesario entre seguridad y privacidad”.

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