La formación integral es el eje articulador de nuestra actividad universitaria, porque pone en el centro a la persona como un todo que debe desarrollarse no sólo en lo académico o profesional, sino en las diversas dimensiones que constituyen la riqueza de cada persona. Para ello buscamos poner a disposición los medios necesarios para el desarrollo armónico de nuestros estudiantes.
A partir de la formación de habilidades y competencias de nuestros estudiantes, la Universidad Finis Terrae se propone desarrollar sus capacidades intelectuales, en las que destacan particularmente el espíritu reflexivo y la creatividad, a fin de lograr que nuestros egresados sean altamente competentes en lo profesional y, a la vez, contribuyan al desarrollo de la sociedad.
El desarrollo armónico de nuestros estudiantes va acompañado del estímulo consciente de la responsabilidad que tienen consigo mismo y los demás miembros de la sociedad. Buscamos ofrecer a nuestros estudiantes espacios que permitan el desarrollo de su dimensión trascendente y el ejercicio de la generosidad para poner al servicio del bien común los talentos recibidos.
La Universidad, a través de la investigación, creación artística e innovación que desarrollan sus académicos y estudiantes, busca contribuir a la generación de conocimiento y dar soluciones a problemáticas actuales. De esta manera, se vincula también con la comunidad para contribuir al bien común y al desarrollo del país.
La comunidad de académicos y estudiantes que integran la Universidad busca la verdad a través de la formación en sus tres niveles: pregrado, postgrado y educación continua. Una formación que promueve la capacidad de reflexionar sobre los quehaceres propios de cada disciplina para valorar el conocimiento en sí mismo.
A través de la formación de nuestros estudiantes y el desarrollo académico al interior de la Universidad, así como también de la generación de aportes específicos para el desarrollo y la mejora de los entornos significativos del medio externo, la Universidad Finis Terrae busca contribuir a la sociedad irradiando aquello que en el ejercicio de la búsqueda de la verdad se va profundizando.
En ese sentido contribuye a la evangelización de la cultura, participando responsable y activamente en los asuntos públicos a través de investigación aplicada, extensión, servicios a la comunidad y educación continua, entre otras iniciativas.